lunes, 28 de mayo de 2012

Eligiendo el acuario y su futura ubicación


El siguiente grupo de artículos pretende ser una pequeña introducción sobre la acuariofilia para todos aquellos lectores que están planteandose iniciarse en esta fabulosa afición. Para adquirir los conocimientos suficientes para lograr el éxito en nuestros primeros pinitos como acuariófilos es necesario acuadir a las excelentes guías de acuariofilia publicadas actualmente. Los artículos se irán completando periódicamente por capítulos y no se descartada ampliarlo en un futuro con contenidos mucho más extensos y prácticos.
La Acuariofilia es mucho más que un pasatiempo... es un arte y sin duda una forma de vivir y entender la vida distinta a todas las demás. El aficionado se compromete desde el momento de adquirir su primer acuario a darles las mejores condiciones de vida posibles, dentro de sus posibilidades, a los animales que allí tiene pensado alojar. El éxito depende, sin duda, de la experiencia y el fracaso de muchísimas cosas. Sin embargo este fracaso se puede mitigar en gran medida teniendo una actitud responsable, estando documentado y alerta a las necesidades de nuestros peces.


La acuariofilia es una ciencia y como tal hay que seguir y estudiar unas pasos para dominarla y lograr
el principal objetivo: que el tanque luzca lo más bonito posible y que nuestros peces vivan sanos también el mayor tiempo posible.
Resulta más beneficioso, en todos los sentidos, decidirse en el primer momento por un tanque de mayor tamaño. Es corriente que el aficionado novel pretenda no correr riesgos adquiriendo uno de menor tamaño donde realizar sus primeras hazañas, pero esto es un error. Un acuario grande asimila mejor y corrige los errores del aficionado y además ya será lo suficientemente grande a la hora de ampliarlo con lo que nos ahorraremos tener que comprar dos tanques y dos muebles.

Vamos a olvidarnos desde el principio de los acuarios que no sean de forma rectangular, anchos y profundidad relativa. El motivo está en que los acuarios rectangulares intercambian mayor cantidad de gases al tener una mayor superficie en contacto con el aire (expulsión de dióxido de carbono y absorción de oxígeno) y nos permitirán acomodar a una cantidad mayor de peces.

Es importante, dejando de lado en ésta introducción las necesidades particulares de cada especie, que tengamos en cuenta que los peces por lo menos doblarán el tamaño al llegar a adulto. Por ello es conveniente seguir la regla de no poblar en exceso el acuario ya que ello sólo nos acarreará problemas.
El tamaño mínimo, dependiendo siempre de las especies a introducir, se puede fijar en 60 cm de longitud y 30 cm de ancho y profundidad.
Los vidrios deberán ser totalmente trasparentes sin distorsionar la imagen y con el grosor suficiente para soportar la presión del agua que contienen.

En el mercado existe una amplía gama de acuarios estándar que se ajustarán a cualquier necesidad de tamaño, siendo importante a la hora de su compra comparar precios en todos los puntos de venta posibles hasta encontrar la mejor oferta.
Seguro que nos sorprendemos de las diferencias entre unos comercios y otros aún con el mismo modelo.

De cualquier modo, antes de la compra debemos tener claro el lugar de la casa donde vamos a colocar el tanque. Hay que pensar que una vez instalado y lleno de agua ya no se podrá mover.

Para la optima colocación del acuario debemos huir de
los sitios inadecuados, como son por ejemplo localizaciones cercanas a las ventanas debido a que en verano tendremos demasiada luz y una casi asegurada invasión de algas.

En época de frío, sin embargo, nos será difícil conservar el calor del tanque. También es aconsejable no ubicarlo cerca de puertas o lugares con corrientes de aire.

El acuario
debe ser accesible en todo momento para poder cuidar con regularidad de su mantenimiento y de la alimentación de nuestros animales. Por comodidad, deberá de estar instalado cerca de un enchufe (necesario para dar corriente a los equipos eléctricos) y si fuese posible cerca de un grifo. Los cambios parciales de agua son algo corriente en acuariofilia, para ello debemos tener la suficiente comodidad de espacio para realizarlos sin problemas.

Como última recomendación, para la correcta instalación del acuario, debemos de preocuparnos en colocar bajo el mismo un plafón de poliuretano o similar al objeto de que sirva de cojín y nivele las irregularidades de la superficie. De lo contrario, se puede provocar una tensión excesiva en alguno de los lados del tanque y forzar la ruptura del mismo. (los acuarios adquiridos en comercios del ramo suelen venir todos con un soporte plástico que nos servirá perfectamente).

Una vez colocado en su
ubicación definitiva debemos probar las juntas del mismo llenándolo de agua. Así evitamos el riesgo de tener perdidas. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de cantidades de agua importantes.

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