lunes, 28 de mayo de 2012

Manteniendo en perfectas condiciones nuestro acuario


Con este artículo doy por finalizado el curso sobre iniciación a la acuariofilia de agua dulce para dar paso al curso de iniciación sobre acuariofilia marina. En este último capítulo vamos a resumir a groso modo los mantenimientos que no debemos olvidar hacer para garantizar el éxito de nuestra instalación.

Aunque a primera vista puede parecer que mantener un acuario lleva mucho tiempo y trabajo, esto no es del todo exacto. Todas las tareas que ha de realizar un acuariófilo han de programarse en el tiempo en función de las necesidades de los animales que mantenemos.
Normalmente deberemos hacer una comprobación diaria del funcionamiento correcto de los equipos y periódicamente realizar los cambios de agua y eliminación de los detritos. Estas tareas no tienen porque llevarnos mucho tiempo a excepción lógicamente de aquellos aficionados con proyectos más sofisticados o voluminosos.

La principal tarea que debemos acometer para asegurar cierto nivel de éxito en nuestro proyecto acuariófilo es la de garantizar el cumplimiento en la periodicidad de los cambios de agua. Se puede decir que esta es la piedra angular sobre la que debemos enfocar nuestros esfuerzos. En la naturaleza la eliminación de los desperdicios y la llegada de agua nueva se produce cíclicamente por si sola. Un acuario sin embargo es un espacio cerrado en el que estos procesos no se producen.

Lo más recomendable es marcarse unas necesidades de cambio en función de los animales que manten-gamos. Lo habitual es realizar un cambio de un tercio del volumen del tanque cada mes o cada quince días. Sin embargo si lo que queremos es asegurar un sistema en equilibrio lo más libre de desechos posible. Lo más recomendable es irnos al cambio semanal de un tercio del volumen.
Si nos acostumbramos a esta práctica tendremos un acuario de aguas claras muy saludable para todos los peces que mantenemos. Para darnos cuenta de que los cambios de agua son imprescindibles no hace falta más que fijarnos en la naturaleza para ver como en ella los cambios son del 100% del volumen todos los días del año.

Queda entendido que el agua que añadamos al acuario ha de ser lo más parecida posible a la que ya tenemos en cuanto a calidades y temperatura se refiere. Una consideración importante es
distinguir entre las aguas repuestas para reemplazar las evaporadas y las aguas correspondientes a los cambios. En el primer caso conviene no añadir elementos adicionales además de los acondicionadores puesto que no estamos cambiando volúmenes de agua sino que estamos añadiendo la parte eliminada. Sin embargo en los cambios de agua si podremos añadir sales o compuestos para acondicionarla en función del Ph y dureza que se requiera.

Otro de los mantenimientos imprescindibles es el del
equipo de filtrado debido a que este juega un papel muy importante en la eliminación de los desperdicios. Para su mantenimiento también debemos fijarnos una periodicidad en función del tipo de instalación con la que contemos. En cualquiera de ellas deberemos de seguir las siguientes acciones:

Eliminar
la filtración mecánica que retiene las partículas de desecho de mayor tamaño. La principal filtración que se utiliza es el perlón y este no debe nunca ser reutilizado. En cuanto a las esponjas de filtro si nuestro equipo las incorporara deberán ser perfectamente limpiadas antes de reinstalarlas. No sirve aclararlas.

En cuanto a
la filtración biológica no deberemos de limpiarla para no perder la colonia bacteriana. Tampoco deberemos mantenerla fuera del agua por más de media hora o al poner en marcha de nuevo el filtro el agua del acuario se llenara de cadáveres. Cada cambio de filtro conviene, a partir del tercer cambio, sustituir parte de la masa filtrante por masa nueva aclarándola previamente en agua del acuario. Una buena práctica es retirar manualmente los trozos grandes de desechos que pudiesen estar adheridos como por ejemplo hojas muertas. Otra práctica que podemos realizar es la de aclarar la masa con una red en agua del acuario. Así se desprenderán los trozos de desecho más grandes. Pero siempre con agua del acuario. Nunca con agua del grifo sin tratar ya que el cloro o las cloraminas acabarían con la colonia.
El sifonado del acuario

Sifonar el acuario no es más que la limpieza de las capas superficiales del sustrato. Es una práctica muy reco-mendable ya que elimina los restos de heces o alimento que han quedado depositados en las capas externas del sustrato y que contribuyen a incremen-tar el nivel de amoniaco en el agua. Su realización puede ser muy complicada en función de la decoración del tanque ya que las rocas, troncos y plantas nos dificultarán en exceso la tarea.
De cualquier modo es mejor realizarlo parcialmente en las zonas que lo permitan que no realizarlo. Habremos de tener en cuenta no acercarnos en exceso a las raíces de las plantas naturales para no dañarlas.

Comprobaciones diarias

Como hemos dicho al comienzo del capítulo hay una serie de prácticas que debe-mos acostumbrarnos a realizar diariamente y que no nos ocuparán mucho tiempo. La primera de ellas consiste en asegurarnos que todos los equipos funcionan correctamente:
calentador, filtro, difusor e iluminación.

La segunda tarea es la observación de los animales y plantas para comprobar que todos se encuentran en perfecto estado. Si se produjese la muerte de alguno de ellos y no retiramos el cadáver este se pudriría empeorando las condiciones acuáticas.

Test de las condiciones acuáticas

En próximas actualizaciones del web incluiré un artículo sobre los tipos de test de los que podemos ayudarnos para seguir con precisión las calidades acuáticas. Como comentamos en los artículos pasados del curso de acuariofilia para nosotros aficionados noveles un test de Ph y otro de nitritos deberían de ser suficientes.

Las medicones debemos acostumbrarnos a realizarlas periódicamente pero nunca el mismo día del cambio de agua. Ello es debido a que los resultados obtenidos en esas circunstancias no serán correctos. Es mejor realizarlos previamente al cambio de agua o 24 horas después de haberlo relizado.

Hasta aquí este último capítulo del curso de iniciación sobre acuariofilia de agua dulce. Como dijimos al comienzo del mismo se trata de una guía básica que a groso modo trata de introducirnos en el apasionante mundo de la acuariofilia. Como en todos los campos de la vida la experiencia será nuestra mejor aliada para asegurar el éxito de nuestra instalación.

Si está guía te ayudado en algún aspecto a mejorar tu instalación me doy por satis-fecho pues ese era el motivo para confeccionarla. Como también dije al principio del curso está guía no abarca en profundidad todos los elementos implicados para mantener un acuario en perfectas condiciones pero si comenta los más importantes.

Por ello te invito a ojear el resto de artículos publicados en las diferentes secciones de Aquanovel o las publicaciones especializadas en la materia existentes en el mercado que te ayudarán a profundizar aún más en tus conocimientos. Hasta

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